La sanitización es un proceso de limpieza que reduce el contenido microbiano, mientras que la desinfección, es un proceso químico que alcanza porcentajes de reducción superiores al 99.99 % de bacterias, hongos y virus.
Cualquier espacio de trabajo o habitacional puede ser objeto de sanitización y desinfección. En la primera se recurre a la técnica de arrastre con detergentes desinfectantes, y se lleva a cabo tras realizar una limpieza profunda con productos químicos.
Ambos procesos, resultan por demás pertinente en medio de la crisis sanitaria que se vive. Si estás pensando en ejecutar procesos de sanitización o desinfección, es importante tomar en cuenta estas cinco recomendaciones